Entrevistas a testigos x hecho por la prensa caso Marc Durtoux


De Morgen, 10 de Enero 1998
ENTREVISTA A REGINA LOUF, TESTIGO X1 DE NEUFCHATEAU
por Annemie Bultéet y Douglas De Coninck
¿Cómo la abordamos? A primeros de Noviembre, le enviamos una carta. A la mañan asiguiente suena el móvil. "Buenos días, soy X1". La voz era clara. "Se me hace un poco fuerte que hayan dado conmigo", Nosotros, buscando el tono conveniente: "Parece Vd. alegre, aunque no debe estarlo". Risas. "Oh, la imagen que prefieren tener de una víctima es la de un montoncito de miseria que se mete en un rincón sin atreverse nunca a decir palabra. Ya he superado esa fase. Y, sí, me sostengo gracias al humor. ¿Está prohibido?" Algunos días después tiene lugar la primera de nuestras seis visitas. Son veladas que se terminan de madrugada en las que su actitud reidora a veces se transforma de manera inesperada en oleadas de amargura, de cólera o de culpabilidad. Al final de cada conversación nos pasa un paquete de notas: La historia de su vida por episodios. "De noche, de cualquier forma no cierro ojo, así que escribo constantemente."
Durante la cuarta conversación parece que algo no iba bien en el domicilio de la familia X1. Su marido libraba ese día y pensó darle una alegría recogiendo los excrementos de la jaula de los perros. Recibió la sepiolita del gato en la cara. "Sepiolita sucia"; precisa X1. "No puedo evitarlo, dice, si alguien toca algo de mi programa de jornada, me pongo furiosa. Debe aprender a no tocar esas cacas". El ríe y señala los brazos de su mujer. Ella ríe también: "Y si no cambia, entonces rompemos." Perros, sí. Reparamos en su presencia pero nunca llegamos a contarlos. A los niños, sí, son cuatro. "Quise reemplazar cada niño que me quitaron", dice con aire de recogimiento. Ya lo habíamos leído en los expedientes, pero fue diferente oírlo de sus labios.
Menos en los periódicos, prefiere que le llamen Gini. Vió la luz en Enero de 1969 en Knokke. Aún no había aprendido a hablar cuando su abuela, en cuya casa pasó la mayor parte de su infancia, "la inicia". Bajo la tutela de su abuela, crece como prostituta infantil. La prestan a quienes la desean y alquilan habitación en algún hotel donde su abuela la "sitúa". El grupo de clientes es relativamente restringido, pero eso cambia cuando a los diez años de edad se va de Knokke para ir a vivir con su madre en Gante. Descubre que su madre, en su juventud, vivió las mismas cosas que ella y se ha puesto ahora en el otro lado de la barrera. Mamá querida tiene relaciones con T., un rufián de Borgerhout. Gini le ha conocido como proveedor de niños para orgías. Un día su madre le da a entender que la ha vendido a T. Más tarde, llega a saber el montante de la operación: 120.000 francos. T. introduce a Gini en el circuito de Gante, Bruselas y Amberes donde las cosas toman un giro mucho más violento que en Knokke.
En el curso de sus interrogatorios X1 recordó las 'snuff movies', aseinatos de bebés e incluso partidas de caza en las que niños desnudos corrían por un parque para ser derribados a la ballesta. Dijo que aprendió a comprender lo que empuja a los clientes a estos extremos delirantes: una especie de dependencia del poder, al poder de decidir del dolor, de la de la vida y de la muerte. Habla de hombres de negocios, de políticos conocidos y menos conocidos, de magistrados, de médicos, de padres de familia. X1 trabó conocimiento con una serie de menores que, como ella, van dando vueltas en esa trama. Hasta que crecen demasiado y/o se considere que hablan de más. Casi todos, dice X1, resultaban rentables hasta el último suspiro.
LOS POLICIAS QUE ACUDIERON AL RECATE DE SABINE Y LETICIA ERAN LOS PRINCIPES AZULES QUE SIEMPRE HABIA ESPERADO
¿Cómo hiciste tú para sobrevivir?
Él: "Hum, hum".
Ella (riendo): "Gracias a él, claro"
Él: "Es bastante cabezota".
X1: Desde muy pequeña, desarrollé un fuerte instinto de conservación. Mi padre era un indio del Canadá que había aterrizado en Knokke y había vuelto a irse. Quizás esté en mi sangre. Era pequeña y dura y tenía una gran resistencia al dolor. Mis heridas curaban con rapidez. Es el motivo por el que al principio de los años ochenta tenía mucho dinero. Llegué naturalmente al circuito S.M. Se hacían guiones para películas que yo tenía que interpretar. Todos esos años pude sobrevivir gracias a la observación atenta de los autores de esos actos, impregnándome la cabeza con sus códigos internos. Para poner un ejemplo, T. viene a buscarme una tarde y me dice: "Vamos a ir a casa de Frans, ¿sabes quién es Frans?" "Sí", le digo. Durante media hora, no dice nada. Luego se para y me da una tunda terible. Pues bien, después de eso les aseguro que una no repetirá nunca que saben quién es Frans. Simplemente, ya no conocerá a Frans. Al fin, un día de Noviembre de 1984, T. me dijo: "Cuando tengas dieciséis años podrás venir a vivir conmigo". Inútil darme más explicaciones. Me llegaba el turno. De toda esa generación de chiquilas del período 1982-84, yo era la única superviviente. Era una prostituta infantil, nadie me echaría de menos. Nadie denunciaría mi desaparición, y mi madre menos que nadie. Así que me puse a cavilar: tengo que encontrar lo antes que pueda un novio y querelo con tanta intensidad que me eche de menos. Esto tenía que ir muy aprisa, sólo me quedaban tres meses. Y lo encontré. (Risas). Miren, todavía lo tengo aquí." Él: "Y yo no sabía nada de todo esto".
X1: "Era una apuesta tremenda. Convencí a T. de que mi amigo estaba al corriente de todo. Me sometieron a fuertes presiones para que rompiera la relación. T. me había regalado un pony. Tasja. Estaba loca por él. T. no me había comprado el caballito por generosidad, sino sólo para aumentar su poder sobre mí. Si me portaba bien, no lo matarían, decía. Era una elección desgarradora, Tasja o èl. Pero yo sabía que si quería vivir, tenía que perder a Tasja. Y un día el establo se quedó vacío."
¿Gracias a él pudo Vd. salir de la trama?
X1: "No enseguida. Nos casamos rápidamente, y traté de quedarme embarazada. Organiazba mi vida de forma de tenerlo tan cerca de mí como fuese posible. Pero eso no siempre era posible. Todavía tenía que hacer el servicio militar. Yo esperaba que me dejarían tranquila si veían que me construía otra vida sin ponerles en peligro. íQué error! Un día estaba sola en casa con el bebé, que tenía sólo meses y llegaron a la puerta T. y Miche, o sea Nihoul. Venían a recordarme mi deber de silencio, y no era posible más que de una forma: haciéndome cómplice. Era mayor y tenía que acompañarles, mientras un "perro guardián" se quedaba con el bebé. No pasaría nada con el niño, dijeron, mientras les obedeciera. "Ya sabes, la muerte súbita de una criatura pasa más a menudo de lo que se cree. Y si esto te pasase dos o tres veces, la gente se pondría a hacerse preguntas sobre la madre". Me volví loca. No podía perder otro hijo más. Después, la cosa duró años todavía. Mi madre les tenía al corriente de las ausencias de mi marido, que se ganaba la vida de camionero. Cuando volvía a casa, me encontraba hecha un ovillo en un rincón, paralizada por la angustia."
Él: "Yo creía que se deprimía por esas cosas del pasado. Peo nunca me contó que las amenazas continuasen." X1: "T. se matriculó en la VBU como estudiante libre de sicología. Lo que indica hasta qué punto estaban preocupados por su sistema de seguridad. Era un campo de concentración. He conocido a chicas que organizaron sin saberlo su propia fiesta de despedida. A otras oí decir: 'A mí no me pillarán, me escaparé'. Pero su poder era infinito..."
¿Cuándo terminó eso definitivamente?
X1: "Vi por última vez a T. en Junio del 95. En los meses que siguieron tuve miedo de que volviese. No telefoneaba ya. Entonces llegó un momento en que, poco a poco, empecé a darme cuenta: se había terminado de verdad. Supongo que hubo un cambio de poderes en el seno de la trama. Los macarras de mis tiempos habrían formado a nuevos macarras y formadores. Y a esos nuevos individuos, yo no les podía conocer. íJusto lo que más podía desear! Estaba convencida de ua cosa: iba por fin a empezar a vivir y no hablaría de eso nunca, nunca".
Pero al final lo hiciste
X1: "Sí, por consejo de mi amiga Tania. Hubiese debido estrangularla (risas). Ella sabía mi historia en líneas generales, pero nunca le dije un nombre, nunca lo hice hasta finales de 1996. Debía de ser el 17 de Agosto. Estábamos viendo juntas la televisión. Y apareció Miche, en la escalera del palacio de justicia, abucheado por una banda de jóvenes airados. Yo me encogí. Tania se dió cuenta de que me pasaba algo. "¿Le conoces?" Dije que sí con la cabeza. Ya sabes, no sabía ni su apellido. Recuerdo haber pensado para mí 'Nihoul, verdaderamente adecuado para él'.
La atención permanente sobre el caso Dutroux me alteró mucho. Nunca creí en Dios pero cuando vi las imágenes de la liberación de Sabine y Leticia, me metí en el cuarto de baño. Sin tener verdaderamente conciencia de ello, me arrodillé ante el espejo y empecé a rezar: 'Gracias, Dios mío, gracias! íPor fin! íPor fin han podido sacar a dos!' Los policías que metieron en un coche a Sabine y Leticia eran los príncipes azules con los que soñé todos aquellos años. Para mí no vinieron nunca. Cada vez que T., borracho como una cuba, me llevaba en coche a casa esperaba que hubiese algún control anti-alcohol. Ahora oigo hablar con frecuencia de acciones de ese tipo, pero en aqella época no las había."
Toda la noche la pasamos hablando Tania y yo. Opinaba que yo debía ir a Neufchâteau. Yo le decía que estaba loca. No me iba a creer nadie. Además, me sentía tan culpable como Miche. Me veía ya con chaleco antibalas en las escaleras de Neufchâteau. Tania insistía. Al fin llegamos a un compromiso. Ella telefonearía a Connerotte y le diría que conocía a alguien que sabía muchas cosas sobre Nihoul. Lo contaría todo, pero sólo sobre Nihoul. Yo no quería tener nada que ver con ello. El 4 de Septiembre ella telefoneó a Connerotte. Este envió al brigada de la gendarmería Patrick De Baets a su casa, que no creía nada de lo que ella le contaba. Tania intentó convencerle y le dión un ejemplar del libro que yo había escrito en 1993.
¿Has escrito un libro?
X1: Sí, y presenté el manuscrito en Acco en Lovaina en 1993. Lo rechazaron -se comprende-. Así que aquel día Tania me llamó. Prudentemente me dijo que había contado algunas cosillas más que las convenidas. 'El tipo ese de la BSR está aquí todavía' dijo, 'Querría hablar contigo. Y otra cosa, le he dado tu manuscrito'. Me puse furiosa. '¿Cretina, no te das cuenta de que firmé tu ejemplar?' hablé un momento por teléfono con el tal De Baets y, sin pensarlo mucho, le acepté una cita. Después de eso, empecé a rumiar. ¿En dónde me había metido? Tuve un ataque de pánico y anulé la cita por teléfono. No iba a prestar testimonio, no de ninguna manera. Pero las cosas continuaban royéndome. Reparé en que la BSR tenía mi nombre, y que, naturalmente, me buscarían más adelante. Y si tenían a Nihoul, antes o después caerían por mi casa. Así que a pesar de todo volví a telefonear."
¿Cómo reaccionaron los inspectores? ¿Te creyeron?
X1: "Recuerdo que durante el primer interrogatorio un miembro de la BSR se salió al pasillo, y le oía gritar: 'íQué canallas, cielo santo!' Bof, ya volverá, decían sus colegas. Y eso que aquel primer día me expresé de manera vaga. Solo había contado en líneas generales cómo estaba estructurada una trama de ésas. Después las cosas se pusieron más difíciles. Querían hechos concretos, nombres, lugares. Era angustioso. Toda la vida había aprendido a callarme. Cada vez que hacías algo que no gustase a los verdugos, castigo seguro. No siempre inmediatamente, a veces la cosa llevaba días, o semanas. Pero el castigo caía. A veces la castigada no era una, sino una amiga o un animal al que tuvieses cariño. Vivía con frenos internos. Cada vez que daba nombres en un interrogatorio, lo pasaba muy mal los días siguientes."
"Al final conté muchas cosas más de las que quería contar. En parte, debido a la obstinación de De Baets y del primer equipo de inspectores. Por primera vez en mi vida, tenía la impresión de que alguien tomaba en serio mi historia. Atención, a veces me trataban con dureza. Cuando me preguntaban sobre determinados nombres, yo siempre quería saber porqué. En general, yo daba respuestas muy cortas. Razón por la que tenían que hacer muchas preguntas. Esto se interpreta ahora como "sugestión", pero no era nada de eso. Quería absolutamente saber adónde querían ir a parar, en parte por ansiedad. No estaba dispuesta a poner en dificultades a cualquiera. Conozco centenares de personas que con ocasión de una fiesta u otra les hicieron beber hasta emborracharse y les llevaron a un cuarto donde les esperaba una chica de dieciséis años. No quería destruir las vidas de esas personas. Por otra parte había cosas que quería evitar porque sabía muy bien que de contarlas iban a parecer completamente increíbles. Yo les resultaba incómoda, ya lo sé. Pero cuando leo ahora un periódico u otro, comprendo que es imposible, según los procedimientos usados en Bélgica, interrogar a una víctima de abusos sexuales. No lo saben hacer como conviene. El primer equipo de la BSR por lo menos lo intentó. Obtuvieron los primeros testimonios concretos y pensaron que rápidamente los iban a traducir en resultados. Eso pensaban."
¿Te refieres al aseinato de Christine Van Hees en la antigua champiñonera de Auderghem?
X1: "Exactamente. Organizaban fiestas a las que debíamos invitar a amigas nuestras. Se las ponía a prueba. Montaban jueguecitos, observaban cómo reaccionaban las chicas, iban un poco más lejos y con facilidad escogían del montón a las víctimas. Lo que preferían eran las chicas con problemas con sus padres. De esa manera, su desaparición se interpretaría de oficio como una fuga. Esas chicas terminaban en el núcleo duro. Es lo que pasó con Christine. Era una chica de Nihoul. Era capaz de hacer eso: llevar una chica de esas a un bar u otro y escucharla hablar durante horas, con seriedad y comprensión. Le hacía regalitos y creaba un mundo secreto para los dos."
Según tú, Marc Dutroux y Michel Nihoul están ambos implicados en este asesinato. ¿Se conocían tanto en 1984?
X1: "Yo no les consideraba ciertamente como un dúo establecido. Les veía ocasionalemnte juntos. Miche se situaba claramente algunos escalones por encima. Me quedé asombrada cuado vi en qué había dado Dutroux. A ese tipo tranquilo, personajillo secundario, nunca lo miré como una amenaza de muerte. En esa época era simplemente un mocoso que podía participar de vez en cuando. Intento comprender lo que pudo pasarle. Tal vez haya pensado: me lo voy a montar por cuenta propia."
"Miche era un tipo brutal, que no se paraba por nada y que me sigue produciendo una gran angustia. Tengo que decir que me asombró oir que estaba implicado en el secuestro de Leticia. Ese no era su estilo. No era un tipo que se ensuciase voluntariamente las manos. Por otra parte, me asombró todavía más saber que su coartada consistía en decir que estaba haciendo obras en un piso con Michel Vanderlest (gesto). íUn piso! ¿Nihoul y Vanderlest azacanados con cepillos de moquetas, brochas y martillos? íVamos, vamos! No he visto a ese tipo pegar clavo más que una vez, y no era en una pared precisamente (Rompe a reir) Perdón, no tiene gracia."
En tu relato sobre Christine Van Hees hay detalles curiosos. Después de otros crímenes, se deshacían de los cadáveres con profesionalidad. En este caso, llamaron la atención inmediatamente provocando un incendio.
X1: "Voy a deciros algo que no he dicho aún a los inspectores. para que os hagáis una idea del sentimiento de impunidad que les animaba. Habían hecho una apuesta. Apostaron a quién iban a trincar por ese crimen. Sabían que había puks que merodeaban por esas ruinas y sabían más o menos a quién podrían arrestar. Era un juego. Para ellos, hacer desaparecer un cuerpo se había converido en algo tan fácil que quisieron, por una vez, hacer algo más espectacular. Actuaban así. Cada vez más tensión, cada vez más adrenalina. Romper los límetes."
¿Cómo es que tú sabes todas esas cosas? No iban a andar contándolas a una de su víctimas.
X1: "Mi instinto de supervivencia. Cuando estás metida en eso tanto tiempo, te comportas como un perrito que corre detrás de su amo, aunque le pegue. ¿Qué otra cosa hubiese podido hacer? A cada tanto, veía desaparecer amigas mías. No podía intimar con ellas, porque podía perderlas de un día para otro. Los únicos valores estables eran los de mis verdugos. Así que me orienté hacia ellos. Eran mis dioses. Decidían de mi dolor, de mi vida y de mi muerte. Podía sobrevivir sólo si me ponía de su lado. Así que eso hice. En sus conversaciones, me olvidaban. Era un perro faldero, me había hecho invisible. Hacía como si no entendiese el francés. Ya sé que lo hablo muy mal, pero lo entiendo hasta demasiado bien. Así que aprendí mucho. Aprendía a sobrevivir. A veces sólo era lenguaje no verbal, como cuando las partidas de caza. Los menores estaban en una fila y debían elegir ellos mismos al cazador. Yo adoptaba siemepre una actitud del tipo: "Soy de los vuestros". Me ponía también siempre del lado de los que se reían. Los que se reían eran los que estaban más nerviosos. Lo hacían por primera vez y estaban bebidos. Así que apuntaban mal.
¿Te sientes culpable?
X1 (fría): "¿Y tú qué crees? Intenta ponerte en mi lugar. Imagina que tienes que escoger entre tus dos mejores amigas. Ojo; escoger de verdad. O es una la que muere o es la otra. Yo tuve que hacer eso varias veces. Es por lo que no duermo más de dos horas al día. Podría muy bien adoptar la pose de "yo fuí la más lista", pero en mi vida no he hecho más que elegir. Todas esas personas que conocí vuelven de noche a que les pase revista. ¿Di, Gini, ésta o ésa?"
"Por supuesto que me siento culpable. Clo, Christine, las otras chicas que quedaron atrás. Hubieran podido hacer más con sus vidas que yo. ¿Porqué yo? Mira Christine. Confieso que al principio, como las demás chicas experimerentadas, le tenía tirria. Me inquietaba su comportamiento ingenuo y enamoriscado. Ella y su Miche. ¿Cómo podía ser tan estúpida? Pensaba: espera, hija mía a conocerlo de verdad. La segunda vez que la ví, ya estaba menos entusiasmada. Me designaron para formarla. Lo que implicaba que tendría yo que pagar cuando la novata no estuviese lo bastante 'liberada'. Christine me dio muchas preocupaciones. Las víctimas no éramos solidarias. Había muchos celos."
"Una noche, me dió lástima. La veía sentada en un rincón del cuarto de baño. Las cosas se le habían puesto feas otra vez y lloraba. Nos pusimos a hablar. Nuestros macarras estaban ocupados haciendo juerga y no nos prestaban atención. Decía ella que no podía más, que iba a suicidarse. Yo intenté darle ánimos. ¿No tenía nadie en quien poder confiar? ¿Para contarle que se había enamorado de un hombre mayor que ella que le pedía cosas que no podía asumir y que tenía miedo? Tenía un diario íntimo, me dijo, oculto en un escondrijo. No había gran cosa en ese diario íntimo: sólo que conocía a un hombre mayor, que la cosa no andaba bien, todo muy vago. '¿Te quieren tus padres?', le pregunté. Sí, reconoció. 'Entonces, háblales de todo esto', le dije. Me prometió que lo haría. Unos días después, estaba yo con Mieke, que también llevaba mucho tiempo en el rollo. Estaba enfadada con Christine porque la habían castigado a causa de ella. Le confié entonces que eso no iba a durar mucho tiempo. Le conté mi conversación con Christine. A Mieke le dió un ataque de pánico, y fue a contárselo todo a Miche. A partir de ese momento, estaba decidido que Christine tenía que morir y de una forma que recordásemos por mucho tiempo. Por culpa de una confidencia idiota que hice, esa chica sufrió y murió como una mártir. ¿En qué mundo vivimos, Dios? Eramos adolescentes idiotas. Todavía oigo a Mieke decir que Christine se había convertido en un peligro y que ella misma no se sentía muy dispuesta a terminar en el hospital. Ah, Mieke fue ejecutada a su vez algunos meses después."
Hay inspectores que dicen que tú has obtenido esas informaciones de periódicos viejos y que las has completado al buen tuntún.
X1: "Empiezo a saber lo que me reprochan. Claro que he cometido errores. íPor favor, si ya no podía distinguir entre el día y la noche! El mismo fin de semana, asesinaron a mi hijito Tiu. Fue una orgía sangrienta. Al final me devolvieron a casa -ni siquiera a la puerta, sino a una salida de autopista.- Anduve sola dando tumbos. Durante semanas, no pronuncié ni una palabra. Sólo quería una cosa: estar con Tiu, morir. Ahora piden que describa esa noche con toda calma como si hablase de lo que he comido ayer. Pues bien, no soy capaz. Sorry. Tengo dificultades con la cronología, ya lo sé. Mezclo los hechos o los pego unos con otros. Pero lo que conté que hicieron con Christine se ha verificado y parece corresponder. Mi relación es incluso más precisa que el viejo expediente judicial: el clavo, el tampax, el cable eléctrico, esa casa, los autores. No es, por lo que parece, bastante. Pues bien, qué lástima. No puedo hacerlo mejor. No sabía que ese asunto hubiese hecho tanto ruido en Bruselas en aquella época. No había oído hablar nunca de una cueva de champiñones. Me acordaba solamente de aquellas grandes cajas de madera. Fue un shock volver a ver esas imágenes en la televisión, de golpe. Se me repetía todo (largo silencio)".
Èl: "Es como decía Gino Russo no hace tanto tiempo: aunque sólo sea cierta una décima pare de todo eso, sigue siendo horrible". X1 (enfafada): "íCoño, es lo que dicen todos. Como si sólo la décima parte de lo que digo fuese verdad!"
En un momento dado, pusiste un fax a la BSR en el que hablas de setenta asesinatos de menores.
X1; "Es verdad. Quería continuar declarando. Ahora que he saltado la barrera, vale más que continúe. Estoy convencida de que se pueden instruir otros sumarios aparte de los de Christine Van Hees y Carine Dellaert. Sé qué pasó con otro menor que desapareció hace más de cinco años. Sólo que si ya nadie se interesa, yo no puedo hacer nada. Lo único que persigo con mi testimonio es el reconocimiento de que las tramas existen. Veo que he logrado justamente lo contrario. Un espacio televisado ("Au Nom dela Loi", NDLR), ha bastado para que el conjunto de los medios de comunicación y la clase política se pongan a gritar a coro que todo esto no es tan grave como se temía. Y la gente se lo traga. Nadie reacciona. ¿Entonces las tramas no existen? Ah, pues qué alivio."
"En lo que a mí respecta, la cosa no encuentro que sea tan grave. No tengo necesidad de venganza de mis verdugos, al contrario. Parecerá raro, pero al denunciarles renuncié a una parte de mi familia. No quería dar nombres al principio porque la idea de que fueran a la cárcel hasta ahora me resulta penosa. Pero para los menores víctimas hoy, la situación no tiene otra salida. Cuando pude salir definitivamente de la trama, había visto en ella niños de cuatro y cinco años. ¿Dónde están ahora? Por ellos es por lo que lo hice. Si resulta que las tramas resisten al caso Dutroux, todo se va a pique definitivamente. Los verdugos estarán más seguros de lo que nunca hayan soñado estar. Y las víctimas recibirán el mensaje de que en el futuro será mejor que se callen."
¿Qué pensaste al ver al país llemo de carteles con las fotos de Julie y Melissa, de An y Eefje?
X1: "Para mí no había duda de que habían caído en una trama. Pensaba: seguramente es el último grito, todavía más placer con una niña secuestrada. Lo que miraba con estupor era a los padres. Pensaba ¿de dónde sale esa pareja de artesanos cabezotas? El Paul Marchal ése, el Gino Russo ése. Por un momento me pregunté si estaban haciendo el paripé. Pero no, iban en serio. Buscaban de verdad a sus hijas. Me parecía tan ireal. De alguna manera, crecí con la idea de que los padres normales ponen en venta a sus hijos."
¿Sigues colaborando con la investigación judicial?
X1: "Ya quisiera, pero, ¿sigue habiendo investigacion? Y si sí ¿contra quuién? Después que retirasen al equipo de De Baets, tuve el priemr contacto con los nuevos inspectores. Uno de ellos me dió a entender claramente que yo ya no declaraba en cuanto víctima ni en cuanto testigo. ¿De repente me había transformado en coautora o algo así? Entonces me contestó que no quería responder a la pregunta y que no podía creer que nunca hubiese sentido 'placer'. Tuve que tragar saliva. Estoy hecha a muchos prejuicios, pero ése. También hablan obstinadamente de mis "amantes", mientras yo vivía en la ilusión de que buscaban a mis violadores.
¿Una investigación seria? No creo que se puedan hacer ya registros domiciliarios por sorpresa. (Irónica) ¿Creen que sigue habiendo cassettes en casa de T.? No se ha hecho nada durante seis meses. Retiran a sus mejores hombres. Dejan sus expedienes dando tumbos en el maletero del coche, del que, por azar, -ja, ja, ja - se los roban. Para mí ése fue el momento en que volví a pensar en contactos con periodistas. ¿Dónde están ahora esos expedientes? Parece que todas mis declaraciones están recogidas ahí, con los nombres de los autores. ¿También está mi nombre en ellos? Si planteo esta cuestión a mis inspectores de ahora, se molestan. Llamemos a las cosas por su nombre: no se quiere en absoluto que todos esos asesinatos de menores de los años ochentas se eluciden."
"Leo y oigo últimamente tantas bobadas acerca de mí. 'X1 es una mitómana. Tiene demasiada buena pinta para alguien que hubiese vivido todos esos horrores.' ¿Sabéis la última? En cierto momento, trabajé voluntaria en un proyecto de la asbl *<?>* "Tegen Haar Wil", organización que defiende a mujeres víctimas de violaciones. Una vez ideamos -con el apoyo de Miet Smet- un kit de primeros auxilios y un folleto para asistir a los servicios policiales en sus relaciones con las víctimas de violencias sexuales. Cuando supieron eso en la BSR, se subieron por las paredes. íElla, en la experiencia de campo con las víctimas! íLa hemos desemmascarado! Ese es clima que hay hoy. Ah, y otra de propina: Yo conocería muy bien a X4 y nos habríamos puesto de acuerdo para que nuestras declaraciones coincidiesen."
Ayer tuvimos una llamada telefónica de X4. Quería saber si podía ponerse en contacto con Vd.
X1: "Es imposible. Quieren pescarme con cualquier detalle. Afirman que la chica a la que llamo en mis primeras declaraciones 'Clo' no puede ser Carine Dellaert porque no conozco su verdadero nombre. Pero así es como eran las cosas: cada chica tenía un diminutivo. Yo era Reggi, ella era Clo. Nadie sabía el verdadero nombre de las demás. Tampoco lo preguntábamos. Cuanto menos se supiese, mejor. Una pregunta que me ha desarbolado del todo: ¿cuál era el color de los ojos de Clo? Ya no lo sabía. Me pareció grave haberlo olvidado. Pero prueba un poco con tu propio abuelo muerto hace diez años. Difícil que lo sepas. Y luego la pregunta más tonta: ¿tocaba Clo algún instrumento musical? Como si no tuviésemos nada mejor que hacer que hablar de instrumentos de música. Cuando había ocasión de hablar nos intercambiábamos información. Cómo había que abordar a tal o cual cliente, lo que no se debía de hacer de ninguna forma con el de más allá y cómo se podían evitar los castigos. Sí, con Clo tenía una solidaridad. Por eso es por lo que su muerte me dió tanta pena.
Llevamos hablando mucho tiempo y el término satanismo no ha aparecido.
X1: "Por fin un tema divertido (adopta aires profesorales). Así que satanismo. Ponte en el lugar de los verdugos. Cuando iniciaban a nuevas víctimas en su trama, era de la mayor importancia que no hablasen a nadie de lo que les había pasado. Por eso organizaban "ceremonias". Llevaban a la vícima a una villa fuertemente vigilada y le convencen de que esa va a ser 'su' fiesta. Luego venía una gran representación con máscaras, velones, cruces invertidas, espadas y animales. Despanzurraban conejos, su sangre se vertía sobre las chicas desnudas y hombre y mujeres veneraban al diablo. Nosotras, las chicas veteranas, no podíamos tenernos de la risa cuando les veíamos con sus máscaras de carnaval. 'Ya se han vuelto a poner sus disfraces de vampiro', decíamos entre nosotras. No creo que a los verdugos les gustase mucho todo ese rollo. Preferían quedarse en cueros que dar tumbos en trajes de látex. Esos rituales no tenían otro objeto que desorientar totalmente a las víctimas. Luego acosaban a las niñas con un montón de sandeces -'Ahora eres la esposa de Satán'- y les daban además coca, LSD o heroína. Puedo asegurarles que a continaución una se sentía totalmente fuera de la realidad. Ese era el objetivo, que la víctima misma comience a dudar de si todo eso sucedió realmente. ¿Resultado? Una víctima así, no se atraverá a hablar a nadie."
¿Tu chulo era paidófilo?
X1: "Tenía tan poco de paidófilo como yo de extralúcida. A mi juicio la expresión 'red de paidófilia' es errónea. Los paidófilos sexuales para mí son esos hombre que van a las pistas de deporte y a las piscinas, curas y así. Después del caso Dutroux se estrena la nueva moda: hacer registros en el obispado. No es que yo quiera librarles de toda culpa, pero prefiero los paidófilos a los tipos con los que tuvimos que vérnoslas. Eran gente que no acariciaba nunca a las niñas. Que tuvieses cinco, diez o quince años no era lo importante. Lo importante era el sexo, el poder, la experiencia. Hacer cosas que nunca se hubiesen plantado hacer con sus esposas. Había entre ellos auténticos sádicos. O tipos con los que tenías que acostarte y con los que todo parecía ir bien. Y cuando se había acabado todo, el tipo se sentaba al borde de la cama y se tomaba su coñac. Y luego, estallaba y te molía a tortazos. También había homosexuales que primero rajaban la piel de una niña durante horas, lo que excitaba mucho, y luego se iban con un chico."
"No me entiendas mal. Tomé parte en muchas orgías criminales, pero en muchas más que no tenían otro objeto que el chantaje. El núcleo duro era una cuarentena de personas todo lo más. Y víctimas de chantajes, las hay a cientos, quizá a miles. Es lo me que parece más grave, que esos tipos se callen. ¿Qué mal han hecho ellos? Se han acostado alguna vez con una chica de quince o dieciséis años, quizá incluso no conscientemente, y saben que existen fotos. ¿Porqué no hablan? ¿Porqué no ayudan a acabar con todo esto?"
¿Qué tenemos que netender por chantaje?
X1: "No te imagines grandes complots ultrasecretos. Cosas que podrían ir de un nombramiento al permiso para construir un parking. Ya sabes, yo he oído muchas cosas."
¿Consideras que lo que pasa ultimente es una especie de protección?
X1: "Esa es otra palabra culta de la época post-Dutroux. A mí también me llevaron a saraos en BMWs de la gendarmería. Por eso no estaba muy ilusionada con ese primer encuentro con De Baets. Ahora que, en éstos últimos años, he aprendiddo a conocer el sistema policial de más cerca, me doy cuenta de que las protecciones son absolutamente superfluas. Es el sistema, simplemente, el que no funciona. No pretendo que los hombre que ahora me interrogan, Eddy y Danny, hayan sido enviados aposta por sus superiores. Me lo dicen ellos mismos: aquí, nosotros cumplimos simplemente con nuestra jornada y lo que pase fuera no nos interesa. Esa es la situación."
"No, la mejor protección es el contraste enorme entre la realidad y la capacidad de comprensión de la gente. Mi historia es demasiado horrorosa, sencillamente; ya lo sé. Nadie quiere o puede imaginar que cosas así pasen en Bélgica. No hacen falta muchos argumentos para convencer a la gente de lo contrario. Pero yo sé que los campos de concentración siguen existiendo y que se nutren de nuevas víctimas. Lo que no sé es qué capacidad tengo de cambiar algo en esos medios.
LOS MEDIOS ME TRATAN DE LOCA MIENTRAS LOS SIQUIATRAS DESIGNADOS POR LA JUSTICIA DICEN QUE NO LO ESTOY
Hablar

X1: "Hablar para que te traten de loca en los medios, cuando los siquiatras designados por lajusticia dicen que no lo estoy. Lo único de más que puedo hacer es enviar un mensaje a las demás víctimas: 'Mira, alguien ha sobrevivido a los campos y ha llegado a hacer algo con su vida'. No tengo ganas de convertirme en una atracción paseada de un talk-show a otro. No soy un mono de circo. Aunque a veces pienso: a lo mejor es necesario. No me da vergüenza nada. Si de mí dependiese, discutiría con Bélgica entera la existencia de las tramas. Me quitaría de encima con las mismas ese espantoso nombre clave "X1". Suena como un robot. Cuarenta segundos con la voz modificada en la tele. En esas condiciones, por definición apareces ya como una histérica. Querría por encima de todo que me conociesen por mi propio nombre. Pero ya sé como es la gente. Tengo cuatro hijos. No quiero que les mirén de reojo en el colegio. ¿A qué velocidades no han corrido los comadreos acerca de Leticia en Bertrix? Porque esta es la realidad: Si Julie y Melissa siguiesen vivas y estuviesen sentadas aquí en mi lugar, las tomarían por pequeñas mitómanas. Tal vez sea mejor no sobrevivir a aquello."

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